Cuando comparto este libro álbum con mediadores, siempre, sugiero no «usarlo para», es decir: no esperar a que suceda una muerte entre los cercanos para convidarlo a los chicos. Propongo que la historia sea parte de la «textoteca»(1) interna de cada lector.
En estos días en los que nuestros chicos están envueltos en la apabullante masa de informaciones, medidas de aislamiento, cuarentena, cantidad de infectados, cantidad de muertos (¡casi nunca cantidad de gente que ha sanado!), este libro resulta un buen hilo para tejer la trama de esa pequeña comunidad de lectores en la que cada uno de ustedes va tejiendo.
Así, cuando la vida incluya la experiencia de la partida de los que amamos, los diálogos creados por Wolf Erlbruch(2)podrán resonar con la sutileza minimalista de sus ilustraciones y la economía de palabras, necesaria en esas circunstancias.
(1) Laura Devetach llama así, en su libro Oficio de palabrera, a esos textos que nos habitan y acompañan, aunque, tal vez, no los recordemos o sólo recordemos nuestra propia versión de lo leído.
(2) Erlbruch, W. (2007) El pato y la muerte. Albolote: Barbara Fiore Editora
Fede said,
abril 1, 2020 a 10:13 am
Gracias… hermoso cuento.