Sucedidos entre vecinas

Cuando no había que estar guardados pasaban cosas como las que vamos a escuchar ahora. Cuando no tengamos que estar guardados, esas cosas van a volver a pasar.  Y, entonces, convidaremos arco iris como ahora convidamos historias.

La de hoy es una de las pequeñas historias de la entrañable Graciela Montes

Montes, G y Roldán, G. (1990) Un poquito de arco iris. Buenos Aires: Quipu

 

 

 

de abuelas y tejidos y nietos y…

La «Historia de un pulóver azul» (1) que les compartimos hoy es bella, bellísima como texto en sí, pero -en la voz de Verónica De Campos- toma una textura conmovedora.

Seguramente alguna abuela, algunas mamás, algunos hermanos mayores y otros menores, se sentirán identificados ¡Esto tiene la literatura, funciona espejándonos!

Desde ya les recomendamos toda la obra de Florencia Gattari a quien pueden conocer en voz propia en su blog (haciendo click aquí)

No queremos dejar de mencionar a Marina Zanollo, la ilustradora. Ella ha publicado en su blog (click aquí) y en Pinterest (click aquí), recorrer sus obras pueden dar pie a inventar historias con los chicos. Si se animan ¿las comparten?

(1) Gattari, F. (2015) Historia de un pulóver azul. Buenos Aires: Edelvives.

tardecita de verano entre lectores y lecturas

     La invitación a este primer encuentro del año 2020, organizado por la Cátedra Libre de Literatura Infantil y Juvenil, circuló por las redes sociales, de boca en boca, por el éter. Hubo quienes se entusiasmaron, quienes se disculparon por «perderse» el encuentro, quienes se hicieron un hueco en la tarde para conversar acerca de lo leído. ¡Otra vez obró la magnífica experiencia de la lectura en esos esbozos de «comunidades de lectores» que son los talleres entre mediadores!

     Mientras entrábamos en tarea, nos acompañamos de algunos naipes del juego tinkuyano «Ping pong literario» y, así, conocimos nombres y experiencias de quienes nos tientan con títulos o autores. Otra pregunta sacada al azar nos permitió valorar la posibilidad que nos brindan las redes sociales virtuales y los medios de comunicación para informarnos de novedades, orientar nuestras búsquedas, ayudarnos a entrarles «al hueso» a los textos. También, nos enteramos de las dificultades compartidas para dar un orden a las bibliotecas, tomamos nota de posibilidades y nos sorprendimos ante la rebeldía de los libros a dejarse acomodar en mesas de luz y estanterías.

     Conminados por Neil Gaiman, cuando dice en su carta a los jóvenes lectores:  “… en algún lugar, hay un libro escrito justo para vos. Calzará en tu mente como calza un guante en tu mano. Ese libro te está esperando. Ve  a buscarlo…” (*) dedicamos el tiempo de taller a compartir sobre los aspectos sorpendentes, sobre las dificultades, sobre los modos singulares de construir nuestros itinerarios lectores.

     Tuvimos coincidencias insospechadas, recuerdos conmovedores, hallazgos y consultas mutuas. 

     Circulamos por «Hombres en su siglo y otros ensayos» de Octavio Paz, a través de las curiosidades que Olivier Marchon reúne en «El 30 de febrero y otras curiosidades sobre la medición del tiempo» y entre las reflexiones de Lou Marinoff en «Más Platon, menos Prozac«.

     Las sagas fantásticas de  Lucinda Riley y Maite Carranza (**) abrieron paso a conversar sobre las excursiones veraniegas con la narrativa. Así, entraron en la urdimbre del tejido: Mariana Enriquez con su escritura generadora de perplejidades (***)  junto a los desafíos que implicó la lectura de la épica de los cosacos  desarrollada por Mijail  Shólojov en «El Don apacible«.

     Los tropiezos al leer y el esfuerzo de quien lee, para asignar sentidos y así construir el texto, fueron compartidos ante la experiencia vivida con Peter Handke y Philippe Segure (+)  o con Orhan Pamuk (++).

     Entre los presentes, hubo quien se dedicó a la obra completa de Hans Christian Andersen y se dio con textos discordantes con las propias expectativas, cosa que sucede ante una obra que desde su escritura (a fines del siglo XIX) ha sedimentado en nuestro imaginario a través de narraciones orales, de producciones fílmicas y de ciertas versiones editoriales propensas a «aggiornar» las obras a la representación de infancias de la época.   

     Entre las obras que hemos leído pensando en adolescentes y jóvenes las hubo de Neil Gaiman (#), María Gripe y Carola Martínez Arroyo (##). 

     Un hito aparte lo produjo «Mancala» de Natalia Porta López, a cargo del PLAN NACIONAL DE LECTURAS, un proyecto que genera expectante alegría entre los mediadores de por acá!

     Como algunas de las participantes del Taller, también integramos el grupo de lectura Leemos LIJ (###), el intercambio recuperó también a Anne Fine y «El regreso del gato asesino«. 

     La poesía tomó su lugar con la presencia de Violeta Parra¹, Denise Levertov² y Juana Bignozzi ³. Un lujo de coincidencias que trajo el recuerdo conmovedor de Mirta Colángelo.

     Con una carta de Laura Brown Lavoie (•) nos fuimos acechados por leonas con las fauces ensangrentadas y con «… el pasto de la historia [que] crece rodeándome […mientras somos…], justamente, otra silenciosa criatura cuyo corazón late en ese mundo»

ilustradora Ping Zhu (¤)

 

 

(*) Gaiman, N (2018) en A velocity of being: Letters to a young reader. Comp. Popova, M. New York: Enchanted Lion Books

(**) «Las siete hermanas» y «El clan de la loba» respectivamente

(***) «Éste es el mar» y «Las cosas que perdimos en el fuego«

(+) «La tarde de un escritor» en el primer caso y «Las tribulaciones de un escritor» en el segundo

(++) «La vida nueva«

(#) la novela «Neverwhere» -que transcurre en el subsuelo londinense- será una oportunidad para leer en clave fantástica los problemas sociales de nuestros tiempos

(##) «El túnel de cristal» (Gripe) y «Nunca jamás» (Martínez Arroyo) nos invitan a adentrarnos, desde la voz narrativa de los protagonistas, en los desafíos que atraviesan los adolescentes en ese tiempo de construcción subjetiva que implica autonomizarse de la familia, en la primera, y ante la dolorosa vivencia de la muerte, en la segunda.

(###) se puede participar en el link: https://www.facebook.com/groups/2204367853136079/permalink/2492575140982014/

¹ su «Poesía» reunida en la magnífica edición de la Universidad de Valparaíso, nos dio ocasión de valorar, además, al libro en tanto objeto estético.

² degustamos un bocadito de su «Antología poética«

³ «La ley tu ley» y «Novísimos«

(•) Brown Lavoie, L. (2018) en A velocity of being: Letters to a young reader. Comp. Popova, M. New York: Enchanted Lion Books 

(¤) esta imagen de la ilustradora estadounidense acompaña la carta de Laura Brown Lavoie

y ahora el desafío: diseñar propuestas literarias para el nivel inicial

El equipo del Jardín 416 dedicó tiempos de calidad, en estas semanas tan inciertas para todos los docentes de la Provincia, a leer y reflexionar colectivamente sobre posibles espacios de lectura literaria que enriquezcan los mundos simbólicos de los niños y niñas del Nivel Inicial.

A la hora de seleccionar libros de calidad, ofrecer inicios atrapantes y finales muy diversos se constituyen en criterios imprescindibles: finales abiertos, finales inesperados, historias circulares, no siempre finales felices. Recorrimos algunos textos que, a modo de ejemplo, nos permitieron reflexionar acerca del valor de la variedad de propuestas.

Y dedicamos mucho tiempo a leer imágenes, demorándonos no sólo en lo que cuentan sino en el «discurso» visual, es decir, en cómo está dicho lo que desea decirse gráficamente.

Consideramos las técnicas de ilustración: pintura (con pincel, con tintas y con acuarelas), dibujos (con lápices, con crayones, con rotring), collages, fotografías. También tuvimos en cuenta el modo en que los elementos materiales del libro: el formato (con la abundancia de ediciones experimentales y la exploración de tamaños), la página o el fondo de página añaden significaciones nuevas al texto amplificando semánticamente los relatos.

Analizar, con los aportes teórico de Teresa Colomer, Fanuel Hanan Díaz y Cecilia Bajour las relaciones entre textos e imágenes en esos juegos de complementariedad, contradicción, paralelismos o análisis/síntesis del contenido, agregó un nuevo parámetro a la tarea de definir el canon áulico.

Y, por supuesto, nos demoramos en repensar críticamente esas afirmaciones que circulan entre mediadores respecto a la «competencia lectora» que, con tanta frecuencia, minizan las posibilidades de los más pequeños del sistema escolar en desmedro de intereses y capacidades.

La reflexión -a partir de registros de experiencias con nenes y nenas del nivel inicial que conversan literariamente y recomiendan obras, que tienen información gramatical acerca del sistema de escritura y conocen pinturas por su nombre y el de sus autores- fue una provocación a la propia experiencia como mediadoras.

Ahora viene el tiempo de diseñar posibles intervenciones. El tiempo de permitirse explorar otras oportunidades para los grupos del Jardín:

¿Habrá quien promueva «conversaciones literarias» o quien proponga «recomendar obras»? ¿Alguien habilitará el estudio de la obra de un autor o autora? ¿Algunas organizarán «sesiones simultáneas de lectura»‘?

¡Será bello experimentar espacios estéticos intensos e interesantes! ¡Es valioso ofrecer oportunidades que ensanchen la «frontera indómita» a los nuevos en el mundo y, en los tiempos difíciles, ese ensanchamiento es imprescindible!

la Feria nuestra de cada año: Capítulo II: de cómo funcionan los libros álbum entre lo dicho y lo no dicho

Como cada año, desde hace varios años, volvimos a elegir el vagón del Museo Ferroportuario para desplegar los libros y desplegarnos entre ellos.

En esta Feria la propuesta fue compartir el Taller «Los libros álbum ante la vida y la muerte«.

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A partir de «La gran pregunta» de Wolf Erlbruch comenzamos ese tiempo de lectura compartida que nos permitió, una vez más para algunas y como estrenos para otras, recorrer obras de este macro-género (magnífico concepto sobre el que es posible reflexionar más a fondo con Cecilia Bajour en su «Orfebrería del silencio«). Fuimos advirtiendo cómo trabaja la elipsis en ellas y cuánto interpela al lector como sujeto activo, a la hora de reponer tanto no dicho por esa «máquina perezosa» que, en palabras de Umberto Eco, es el texto literario.

Insistimos con especial énfasis en cuidarnos del «uso pragmático» de estas obras. En la Cátedra Libre de Literatura Infantil y Juvenil venimos reflexionando al respecto hace tiempo: «Cuando los libros ofrecidos a niños y adolescentes se ven sometidos a usos pragmáticos traicionan lo literario (Díaz Rönner,1988:13-20). Algunos textos son seleccionados por razones de orden didáctico (para enseñar un tema de cualquier disciplina con la que se relaciona el relato o para encontrar elementos gramaticales o lingüísticos que se desean enseñar). Pero no sólo la didáctica hace una incursión perturbadora sobre los textos literarios, sino también  la intención psicoterapéutica o moralizante de muchos mediadores (llamamos mediadores a editores y docentes, a bibliotecarios y promotores de lectura, a padres y a los funcionarios responsables de las políticas públicas de lectura, cuando las hay). El tema  […] bien podría llevar a bucear en la literatura herramientas que respondan a esos fines: didácticos, terapéuticos o moralizantes.«(*). De modo que, durante el Taller, fuimos al encuentro del hecho artístico que cada obra puede propiciar.

Cada participante, en diálogo colaborativo con su pequeño grupo de trabajo, fue buscando razones para recomendar la lectura de textos en los que los y las autoras dejaron pistas para la asignación de sentidos, por parte de lectores/as activos  que se dejen interrogar por el discurso literario y el discurso visual.

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Anochecer al calor de Liliana Bodoc

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Ayer nos reunimos, en la Casa de la Cultura «Eduardo Galeano» (*), para la segunda ronda de lecturas veraniegas que nos habíamos prometido. En esta ocasión la vida nos cambió los planes. De modo que anoche nos reunimos en torno a la obra de Liliana Bodoc, de un modo casual (si fuese posible) justo a un mes de su partida.

Mientras «dos ancianas…, sentadas en un umbral de niebla, engarzaban cuentas en un hilo» y, ahí, cerca de Vieja Kush y de La Sombra, Liliana nos volvió a honrar con su palabra, reiterando su invitación a Pensarnos poéticamente (haciendo click aquí podremos rememorar su tiempo en la Cátedra, allá por 2014).

Entre quienes nos reunimos, estábamos los lectores frecuentes de su obra y algunos que esporádicamente se abrigaron en sus textos.  Sin embargo, la mayoría de los participantes se acercó para empezar a conocerla.

Después de compartirnos quién nos había convidado su lectura por primera vez, fuimos tentando a los presentes que aún no la han leído. Inevitablemente «La Saga de los Confines» y las obras posteriores («Oficio de búhos» y la entrañable aventura editorial emprendida con Gonzalo Kenny con «El Arte de los Confines«) fueron las primeras hiladas de esa urdimbre sobre la que luego tejimos nuestra trama.

«Tiempo de dragones» y «Memorias impuras«, «Presagio de carnaval» y «Elisa: La rosa inesperada» fueron dando contrahilo a la textura de los libros con los que es posible acompañarnos.

Nos demoramos leyendo en grupos algunos cuentos en «Amigos por el viento«, «Reyes y pájaros» y «Sucedió en colores«.

De lo que escrito para los más pequeños («¡También es para un adulto!» afirmó una bibliotecaria) «La mejor luna» nos recordó lo que había dicho Liliana sobre «mirar el cielo«, en su conferencia de junio de 2014 aquí en Comodoro Rivadavia.

De su obra rescatamos su compromiso estético/político a través de su participación, por ejemplo, en «Hasta la vida» (aquí) esa antología generosa con la que tantos creadores de Literatura Infantil y Juvenil tomaron posición ante la represión sufrida por la Murga «Los auténticos Reyes del ritmo» en enero de 2016.

Y, como hubo quienes la recordaban por su participación en TEDx, aquí va aquella intervención «Mentir para decir la verdad» que aboga a favor de la ficción (que no se caracteriza por la veracidad  pero crea verosimilitud!!)

Hasta nuestro próximo encuentro!

 

(*) La Casa de la Cultura «Eduardo Galeano» es un espacio cultural a disposición de la comunidad que gestiona la Secretaría de Extensión Universitaria, con la intención de habilitar escenarios de participación ciudadana en torno a diversas expresiones artístico/culturales.

 

 

 

Los libros que habitamos durante este verano: dos talleres de lectura para compartir

Como va terminando el tiempo de descanso, les proponemos un tiempo para demorarnos en las lecturas literarias del verano. Compartiremos nuestras lecturas personales y esos hallazgos valiosos que hayamos realizado -en nuestros safaris por las librerías y las bibliotecas- para convidar en este 2018 a otros lectores y, en el caso de los mediadores, a los niños y los adolescentes …

El 6 de marzo revistaremos la obra de Liliana Bodoc que sigue enriqueciendo nuestro mundo estético/simbólico.

¡Serán dos martes a puro intercambio de textos «imprescindibles»!!

la literatura infantil toma la palabra

 978-987-1801-63-3_g Cuando se considera que la literatura por «infantil» no se atreve con ciertos temas (o no tiene por qué abordarlos, lo  que es peor), vienen l@s autores que la tejen desde hace tiempo y, en diálogo  con los ilustradores, producen una obra de LITERATURA, así con mayúsculas y sin adjetivos, que  nos convoca estéticamente, que nos desafía éticamente, que nos recuerda que todo mediador  cultural es un ciudadano posicionado histórico-políticamente.

«¿Quién soy? Relatos sobre identidad, nietos y reencuentros», publicado por Calibroscopio, está construido a partir de historias de vida por las duplas de autores: Bombara-Singer /Rivera-Wernicke/ Andruetto-Istvansch y Méndez/Bernasconi, una obra sencillamente imperdible!

Segundo encuentro presencial del Seminario Introductorio al Campo de la LIJ

descarga  Nuevamente convocadas en torno a la reflexión sobre la Literatura Infantil (lo juvenil no nos ha ocupado tanto dadas las peculiaridades del grupo participante) nos  detuvimos en algunas problemáticas centradas en lo literario y lo infantil. Avanzamos reflexionando de la mano de Peter Hunt , autor de “El conocimiento: ¿Qué    hace falta saber para conocer la literatura infantil?” un texto que funcionó para ensayar escritos ligados a la crítica literaria en torno a algunos ejes vertebradores de  una posible Enciclopedia sobre Literatura Infantil:

  • las adaptaciones de Graciela Montes tanto de «Las mil y una noches» como de los clásicos de tradición oral escritos y re-escritos por Perrault y los hermanos Grimm,
  • las versiones contemporáneas de  «Caperucita Roja» (según Leicia Gotlibowski y Marjolaine Leray ), «La Bella Durmiente» ( «La Durmiente» de Andruetto e Itzvan), «La Cenicienta» (Roberto Innocenti)
  • el análisis de obra de María Cristina Ramos y Pablo Bernasconi
  • el análisis de la Colección «Los morochitos» de Editorial Colihue

descarga (1)Ahora nos detendremos en las reflexiones de Daniel Goldin en  “La invención del Niño”  y de Aidan Chambers en “El lector en el libro”. Entre las muchas reflexiones posibles de realizar con la lectura de Goldin y, tomando su texto como marco general de referencia, les propongo que se detengan en los  cuestionamientos siguientes ¿Es literatura para niños todo lo escrito para ellos? ¿Cuál es la relación entre cultura y literatura para niños?

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A partir de esos interrogantes seleccionen para reflexionar en este espacio virtual dos textos: uno que consideren literatura para niños y otro que desestimencomo tal. A partir de los aportes teóricos de Chambers, en relación con las “técnicas principales” que utilizó un autor cuando definió su lector implícito, es decir: estilo, punto de vista del narrador, invitación a tomar partido  y espacios para la interpretación y por qué no las habría utilizado el otro autor, intercambiaremos miradas argumentativas durante las próximas semanas.