La gente de la Biblioteca Sofía Moll de Milton nos dio una bienvenida de esas que cualquier lector/a no tiene modo de agradecer: mesas de libros para disfrutar y degustar, libros de cuentos, libros de poesías, libros álbum, libros de autores patagónicos, libros y entusiasmo y amor por la lectura literaria y ¡hasta tortas y tartas y mates! Fue, sin duda, una tarde cálida en medio de este otoño que nos va poniendo dorados los boulevares y los jardines…
Al sentarnos a la mesa, cada una compartió aquellas adivinanzas que va guardando en su memoria, a modo de»biblioteca interna». Fuimos volviendo a los queridos ritos de poner a otros a pensar desde esas metáforas que la literatura de tradición oral, ésa que reúne a tías, abuelas, nanas y cuidadoras desde tiempo inmemorial a tejernos con palabras y nos son regaladas desde siempre… Luego de compartir las propias aprovechamos las antologías de adivinanzas, colmos, ¿qué le dijo? o ¿cómo se llamaba la otra? que Carlos Sylveira se ha obstinado en recopilar y ha logrado publicar en editoriales que valoran estas formas literarias antiquísimas!
Revolviendo entre versos, nos acompañamos con María Cristina Ramos y sus «Barcos en la lluvia» y su «La luna lleva un silencio» y de Germán Machado y Fernando de la Iglesia en el destacado de ALIJA 2010 «Ver llover« . Y también de Laura, Laurísima, Devetach con su «Canción y pico»
Recorrimos, seleccionando, algunas antologías magníficas como «Poesía para Chicos» publicada por Alfaguara Infantil o «Voces de infancia» de Colihue y la pluralísima «Poemas con Sol y Son» en esa Co-edición Latinoamerican impecable!
Y nos regalamos con la colección de Mágicas Naranjas Ediciones y sus «Variaciones de la luz» de Diana Bellesi, «Cartas para que la alegría» de Arnaldo Calveyra y «Música amable al fin» de Irene Gruss (autores que escribieron estos textos sin sospechar que un grupo de editores se aventurarían en publicaciones para chicos)…
También nos dimos tiempo para jugar poéticamente con aquel Mosaico poético que Javier Villafañe regalaba a sus amigos
y Mirta Colángelo nos regaló a algunos mediadores literarios en una de sus visitas a estas tierras.
Antes de la mateada, compartimos el hiperbólico incendio con el que María Teresa Andruetto recrea el micro-relato del filósofo S. Kerkegaard, con las inquietantes ilustraciones de Gabriela Burin…
Estamos definiendo la posibilidad de que las abuelas leecuentos sean las anfitrionas en el próximo mes!