La poesía: el juego del lenguaje

De entre todos los juegos que nos acompañan tempranamente, sin duda, el lenguaje es el juego primero. Los tarareos y nanas con que nos adormecieron nos regalaron las primeras ficciones. Y aunque no sabíamos qué nos decían, esas palabras nos decían «algo» y éramos hablados por ellas.

Los textos que recomendamos hoy ofrecen juegos diversos. Así «Preguntas«(1) es construido, como tantas charlas con los chicos, desde el interrogante. Y en este caso, la voz poética se cuestiona por el acto de «nombrar» y «ser nombrado». Proponer a los más pequeños que indaguen sobre sus nombres será una invitación a navegar por los pliegues de la propia identidad y habilitará resonancias singulares en cada quien al descubrir o recordar por qué fue nombrado de ese modo.

El juego poético-musical de Caracachumba habilita el encuentro con una estética peculiar que en «Teresa Chiche y Copete«(2) reúne trabalenguas, musicalizados en diferentes géneros populares y condensados en un quodlibet(3) magnífico.

Nos atrevimos con «Fillastrocca delle mani«(4) para que, además de lo que disfrutarán los chicos y chicas, los mediadores experimentemos ¡cuán poco es necesario «entender» a la hora de convidar estos juegos sonoros! Al vivenciar esas sonoridades que dicen algo que no entendemos, podremos entrar en empatía con las vivencias de los bebés que son apapachados con nuestras palabras.

Cerramos la ronda poética de este posteo con una retahíla acumulativa(5) de Tere Remolina una bióloga mexicana que, además de dedicarse a la ciencia, escribió para los chicos. En esta ocasión, volvemos a presentar un texto poético haciendo referencia a obras de pintores que pueden promover búsquedas compartidas, entre adultos y niños,  de cruces estéticos y de intertextualidades. ¿Se animan?

(1) Poema de Mirta Goldberg, incluido en el cd Palabrújula. Buenos Aires: Palabrújula y Colores Universales (2015)

(2) Caracachumba (2002). Me Río de la Plata. Buenos Aires: Gobi Music

(3) El Quodlibet es una composición vocal en la cual se combinan textos y melodías diferentes en simultaneidad.

(4) Retahíla de la tradición oral italiana, incluida en el cd Palabrújula.

(5) Remolina, Tere (1989). El circo que vino de la luna. México: Editoral Amaquemecan. Tomado de Andricaín, R. y Rodríguez, A. (2009). Escuela y Poesía ¿Y qué hago con el poema? Buenos Aires: Lugar Editorial (pp: 43)

Como un solo trazo

La obra que hoy recomendamos(1) viene precedida de un epígrafe que anticipa la  lectura que nos espera: «…y de un solo trazo dibujó un cangrejo perfecto…» (Ítalo Calvino, Lezioni Americane).

Una historia aparentemente escrita de un «solo trazo» que multiplica capas de significación cada vez que nos detenemos en cada página nos sumergimos» sería una mejor manera de decirlo) . Un magnífico juego de espejos que, como en todo libro álbum, establece un contrapunto entre ambos lenguajes (el literario y el visual).

epígrafe

Así, mientras se despliegan los diálogos entre el mejor dibujante y el dueño del imperio, con la apenas perceptible presencia de un asistente, sobre el plano blanco que opera de fondo se despliegan:  sellos, mapas, escrituras, estampillas postales, boletos de tren, fotografías, geishas de diversas edades, calendarios y, siempre, límpidos trazos de pincel fino condensando la trama con sutileza .

Tenemos entre manos una lectura que requiere de lectores activos, dispuestos a ir y venir entre el texto literario, propuesto por María Teresa Andruetto, y el texto visual ofrecido por Istvansch(2).

Cuando María Teresa Andruetto  honró con su presencia a la Cátedra (3), en 2014, definió, como lo hace habitualmente, su posicionamiento estético: «…la literatura nos propone en el transcurso de la lectura riesgos, luchas y por sobre todo nos enfrenta a nuestras carencias. No nos ofrece soluciones, más bien diríamos que nos plantea preguntas, porque problematizar lo que ha sido en nosotros naturalizado es una de las funciones fundamentales del arte…« (4) 

En esta obra, el contrapunto entre el dibujante y el emperador pone en escena el lugar del artista y el lugar del poder. Hoy, a la luz del contexto de la cuarentena que vivimos, es posible una nueva lectura al respecto. Tal vez éste sea un tiempo para cuidar más a nuestros artistas, para reconocer el derecho a la cultura como un derecho tan humano como el derecho al pan.

¡Buena lectura!

 

 

 (1) Andruetto, M.T. e Istvansch (2012). El caballo de Chuang Tzu. Córdoba: ComunicArte

(2) Ya habíamos recomendado otra obra de ambos creadores  «La durmiente» aquí

(3) Cátedra Libre depende de la Secretaría de Extensión Universitaria (Dirección de Cultura) Universidad Nacional de la Patagonia «San Juan Bosco»

(4) puede leerse la conferencia completa aquí

Una historia venida desde el fondo de los tiempos

Cuando escuchamos la «Historia de Ratita» (1) podemos escuchar en ella la experiencia vital del crecimiento de las hijas que salen, del calor de la casa familiar, a la búsqueda y construcción de su propio proyecto de vida. Podemos valorar, como lo hicimos en el cuento que compartimos ayer, el discurso organizado en base a repeticiones que, retahílicamente, construyen un texto que cuenta y canta.

manuscript-sanskritPero, gracias a que Laura Devetach inicia el texto con el epígrafe: «Versión libre de un tema del Panchatantra«,  sabemos que, con este cuento, estamos invitando a los lectores más pequeños a entrar en la corriente universal de la literatura. Esas fábulas han seguido el mismo derrotero de los «Cuentos de Mamá Oca» que transcribió Perrault: pasaron de la tradición oral al texto escrito entre los siglos II y VI de nuestra era, en India. En ambos casos, los destinatarios son jóvenes que tendrán responsabilidades de gobierno (un príncipe hindú ignoto, la abuela de María Antonieta cuando aún era una joven princesa).

La versión de Laura Devetach, entonces, es una oportunidad para convidar a los chicos una historia ¡bellamente contada!, sobre la necesidad de abrir puertas a mundos con puertas más fáciles de abrir. ¡Algo que nos está haciendo mucha falta, no les parece?

(1) Devetach, L. (1986). Historia de Ratita. En Monigote en la arena. Buenos Aires: Ediciones Colihue

¿Y si la pandemia fuese una ocasión para despertar?

Hoy convidamos otro libro álbum. Una historia de la «bella durmiente» (1) que desmiente a la historia oficial. Un texto literario (2) que dialoga con el texto visual(3) e invita a múltiples lecturas.

A raíz de la impugnación del clásico, ¿es posible preguntarnos si la pandemia que padecemos puede ser una ocasión para despertar, para desnaturalizar el (des)orden mundial, para que el cuidado mutuo sea una actitud más constante entre nosotros?

(1) Andruetto, M.T. e Istvansch (2010). La durmiente. Buenos Aires: Alfaguara

(2) escrito con magistral minimalismo por María Teresa Andruetto (para conocerla un poco más, pueden hacer click aquí)

(3) las ilustraciones de Istvansch (más información haciendo click aquí)  dan cuenta  de un trabajo de investigación minucioso y de una estética que respeta y celebra la inteligencia de sus lectores. En esta obra despliega relaciones intertextuales a través de collages que incluyen tanto obras pictóricas de contenido socio-político como de recortes de revistas que contrastan con los procesos actuales en torno al género.